I´m getting lost in my brain
Corría aceleradamente por el parque; el frío era intenso y soplaba un viento escamoso. Ella sólo miraba hacia el frente sin hacer caso omiso de todo lo demás. Su negro y brillante cabello era cubierto poco a poco por algunos pequeños copos de nieve que comenzaban a caer del tenebroso cielo. Se detuvo en seco frente a una plaza… creyó haber escuchado una voz; sí, efectivamente así fue, pero no sólo fue creencia, de verdad la había escuchado.
- Nancy! Nancy!
Alguien gritaba a lo lejos. Su voz era melodiosa pero potente.
- Nancy!!
La chica se volteó y esperó a que aquel individuo se acercara.
- Qué… sorpresa hallarte aquí -dijo la voz masculina-
- Pero si siempre estoy aquí – sonrío ella-
- No es verdad…
- Claro que sí
- Nunca te había visto por aquí – se quedó pensativo-
- Siempre estoy aquí – se levantó y comenzó a caminar dudando un poco de la procedencia del hombre-
- Oye espera Nancy! – se levantó enseguida siguiendo a la chica-
Ella era veloz a pesar de ser pequeña, un par de largos pasos y había dejado atrás al hombre. Él no titubeó y la tomó por el brazo obligándola a quedar de frente. Quitó con delicadeza un par de cabellos de su rostro y la miró fijamente. Ella observó con detenimiento esos profundos ojos azules tan cautivadores, tan… familiares.
En ese momento bajó la mirada y cerró los ojos.
- Leonardo… espera; …Leonardo?! – se quedó pasmada dudando completamente lo que había dicho y en ese momento volvió a levantar la mirada… Estaba sola, completamente sola en un enorme espacio infinito color blanco. -
- Qué… está pasando?...
Comenzó a correr sin lograr ver final alguno en ese enorme espacio; se sentía desesperada, sola, abandonada, angustiada. Cayó al suelo repentinamente y las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos. Enseguida un temblor; mucho movimiento; no, no era un temblor, era un escalofrío en todo su cuerpo…
- Nancy!
La chica abrió los ojos de golpe. Estaba recostada en un pupitre.
- Mujer te quedaste bien dormida, vamos es hora de irnos! – decía una chica-
- Ah..si.. claro!
Se levantó de su lugar, aún confundida por los extraños acontecimientos.
- Un sueño… debió ser un raro sueño que más da - pensó para sus adentros-
Salió corriendo del salón cuando se detuvo en seco frente a uno de los vidrios reflejantes del pasillo.
No era la coincidencia de llevar la misma bufanda azul que en el sueño, sino el hecho de mirar su cabello y poder ver unos pequeños copos de nieve sobrevivientes aún rondando en su cabeza.
Se quedó pasmada; ¿Cómo era posible?.. no, no era posible fue sólo un sueño.
- Alice!... oye traigo algo en la cabeza!? – le gritó Nancy a la chica que estaba con ella-
La curiosa chica pelirroja de téz muy pálida volteó curiosa, se acercó y miró el cabello de Nancy.
- Qué traes allí? Oh! Jaja nieve!? De donde salió eso?
- No.. lo sé ¡!!
La pelirroja no estaba sorprendida en lo más mínimo, al contrario se hallaba divertida jugando con su cabello.
- Bueno ya basta! – gritó furiosa- no me sirves de mucha ayuda.
La pelirroja agachó la cabeza y un momento después volvió a levantar la mirada con algún brillo en sus ojos.
- Ven! Vamos por refresco! – tomó a Nancy de la mano y la jaló-
Refresco… cómo podía pensar en refresco cuando su mente divagaba por la confusión de lo que había ocurrido momentos atrás?... cómo era posible?... acaso se estaba volviendo loca?
Las chicas se encontraban sentadas en una barda de un solitario parque, bebiendo refresco y contemplando el despejado día en esos momentos.
Nancy se sentía un poco mejor aunque el extraño suceso de los copos de nieve en su cabeza no la dejaba tranquila.
Fue un día un tanto rutinario; ambas amigas platicaron otro poco y después caminaron por el largo sendero hasta llegar a la avenida principal donde tomaron el camión y posteriormente cada una se bajó en distintos puntos para llegar a sus respectivas casas.
La linda chica de cabello negro y grandes ojos azules se colocó enfrente a la puerta de su casa y buscó su llave en la mochila la cual estaba echa un desastre entre libros revueltos, materiales escolares, envolturas de comida y uno que otro cosmético.
Finalmente las halló, y entro. La casa estaba sola… el ambiente era acogedor pero solitario.
- Mamá!! …. – No hubo respuesta- Bah.. quién sabe…
Subió a su habitación la cual estaba decorada con muchos posters de grupos musicales; tiró la mochila y se aventó en la cama. Trató de recordar detalle a detalle el extraño sueño o suceso por el cual había pasado un par de horas antes. Recordaba el angustiante espacio en blanco, ella corriendo, los copos de nieve, el hombre… Sí, pero no pudo recordar su rostro con exactitud; mucho menos su nombre. Giró con brusquedad y lo único que logrófue soltar un manotazo y tirar una pileta de libros que se encontraban encima de su mueble alado de la cama.
Física, Teoría Relativista, novelas aburridas, una revista de ciencia… Los levantó rápido y posteriormente se incorporó para poder descansar un poco.
- Dicen que tiene problemas mentales.
- Sí está bien loca yo por eso ni me acerco a ella
- Aparte de cerebrito, loca!Jajaja
Una bola de chicas en minifalda murmuraban en un rincón del salón de clases cuando una hermosa pelirroja se acercó a ellas.
- Dejen a Nancy en paz!
- Uuuy disculpa señora protectora de Nancy jajaja – todas reían-
- Para su información, no la conocen así que dejen de hablar mierda a sus espaldas; en segundo lugar no está loca ni enferma, ella es una genio y mucho mejor persona que ustedes bola de pendejas ignorantes.
Todas quedaron boquiabiertas y después comenzaron a reír de nuevo. Alice se dio media vuelta y se fue, dejando atrás a aquellas arpías; realmente esta chica también era un misterio y por supuesto nada tonta, además de conocer a Nancy de una forma tan profunda casi como si fueran una sola…
La pequeña chica de cabello negro entró al Bar; en ese momento eran las 7:00 PM y la noche era fría. Ella llevaba una falda color rojo que le llegaba a medio muslo, un par de botas negras con un poco de plataforma y un abrigo largo para proteger del frío. Se sentó en uno de los diminutos taburetes y ordenó un café bien caliente. Minutos después se acercó un curioso hombre de unos 24 años y se sentó frente a ella. Sus profundos ojos llamaron la atención de Nancy.
- Disculpa el atrevimiento… vienes sola?
Ella se quedó mirándolo.
- Sí.. – afirmó también con la cabeza-
- Mucho gusto – sonrió él- Mi nombre es Leonardo, cuál es el tuyo?
Se quedó pasmada y entonces recordó aquella escena…
- Leonardo!
- … Sí, tú cómo te llamas?
- No recuerdas? Soy Nancy! – dijo ella un tanto esperanzada-
- Recordar.. am.. no, te acabo de conocer; nunca en mi vida te había visto, esta es la primera vez, pero eres linda.
- Pero… tú eras el que gritaba mi nombre!
- Qué? De qué hablas?
- La vez de aquel parque!
- No… a ver espera, creo que me estás confundiendo.. yo..
- No!, Eras tú! – lo interrumpió bruscamente-
- Sabes, creo que debería irme..
- No, espera no te vayas – lo tomó del brazo-
- Suéltame quieres!? - Leonardo jaló con fuerza y logró desprenderse, levantándose del taburete y retirándose rápidamente sin mirar de nuevo a la chica. Ella sólo pudo quedarse completamente consternada y más aún… confundida.
Después de unos cuantos días, pasaban acontecimientos extraños como el del parque; no iguales pero sí similares; no eran sueños, eso era un hecho. Acaso ella estaba loca?... tal vezalgún problema mental, eso nadie lo sabía.
Nancy había estado muy deprimida, cada vez los cambios de momentos y las “alucinaciones” como ella las llamaba eran más frecuentes. Ese día llegó a clase con su amiga Alice pero no podía sentirse bien, simplemente ya no sabía que era lo que pasaba y cómo controlar todo eso. La noche anterior había estado en brazos del hermoso hombre al que cada vez más deseaba, Leonardo; se encontraban envueltos en las sábanas y así había concluido la inolvidable velada, hasta que ella despertó y se encontraba en su habitación; un sueño?... no. Simplemente no porque aún conservaba ese aroma tan peculiar a él, ese collar que le había dado momentos antes de salir de aquella plaza y disponerse a ir a la casa de Leonardo. Ella estaba cansada de vivir medio tiempo saliendo con la persona que más amaba, y medio tiempo sin él, sin que él si quiera le importara su existencia.
- No entiendo que pasa Alice, ya no entiendo de verdad me estoy volviendo loca..
- Relájate Nancy – decía la pelirroja mientras abrazaba a su amiga- estarás bien y llegaremos al fondo de esto.
Llegó la noche tan oscura y fría como si fuera Diciembre. Nancy caminaba por las transitadas calles nocturnas donde la hora de la fiesta y la perdición comenzaban. Ella sólo quería llegar a casa sin saber nada más y esperando no tener que pasar de nuevo otro momento de angustia o confusión; por lo menos ese día. Estaba cansada. Por un momento se distrajo y comenzó a mirar los diversos lugares nocturnos y todas aquellasdeslumbrantes luces que captaban su atención momento a momento; sintió un poco de vértigo, pero le sentó bien; ver todo aquelmundo nocturno le hizo despertar en su interior un sentimiento de tranquilidad.
“Agujero de gusano: Es una especie de túnel en el espacio-tiempo. En realidad los agujeros de gusanos están a nuestro alrededor solo que son muy pequeños para verlos. Son diminutos, se crean en ranuras y aberturas en el espacio y el tiempo.
Nada es completamente compacto ni sólido, es un principio físico básico que también se aplica al tiempo…”
Alice se encontraba sentada en su cama leyendo estas complicadas teorías pero ésta en especial llamó su atención y algo en su interior la hizo detenerse y releer el párrafo montones de veces.
Memorizaba y entonces recordó aquellas clases de física donde Nancy hablaba apasionadamente sobre el tiempo. Era una verdadera viciosa de las ecuaciones y tal como Alice lo había mencionado antes, era una genio; pero, acaso Nancy había jugado con fuego? Si fue así, su amiga nunca se enteró y probablemente la pequeña chica logró lo que muchos anhelaban: Viajar en el tiempo. Qué maravilla, un sueño cumplido! Pero cómo lo había logrado?, lo había logrado de verdad?... y si fuera así, acaso lo que le ocurría a Nancy era una pérdida de control espacio- temporal?... Pobre pelirroja, realmente estaba quebrando su cabeza por descubrir que estaba pasando.
Las luces de la ciudad seguían brillando, y Nancy decidió desviar un poco su rumbo; realmente estaba encantada con toda esa vida nocturna. Parecía niña con juguete nuevo; podía experimentar cosas que siempre había tenido frente a sus ojos pero sin embargo, nunca había puesto la debida atención.
“Enigmas de la ciencia” – La pelirroja seguía leyendo arduamente- “Los viajes en el tiempo de cierto tipo también ocurren para los objetos dentro de campos gravitacionales. Einstein tenía otra teoría asombrosa denominada Relatividad General, que predice que el tiempo pasa más lentamente para los objetos en campos gravitacionales (como aquí en la Tierra) que para los objetos lejanos de tales campos. De modo que existen todo tipo de distorsiones del tiempo cerca de los agujeros negros, donde la gravedad puede ser muy intensa”
Nancy chocó contra un señor en su distracción momentánea.
- Ouch! Lo siento! – dijo un tanto apenada y siguió su camino-
“¿Qué sucedería si retrocedieras en el tiempo y hubieras impedido que se conozcan tu papá y tu mamá?” “Pérdida de memoria mezclada con sucesos y cambios del espacio y el tiempo suelen a menudo…”– Alice cerraba y arrojaba la revista a un lado sin darle ya más importancia al asunto-
- Definitivamente mañana hablaré con esta mujer a ver en qué cosas anda metida!
Nancy corrió y se detuvo en seco al ver un extraño suceso en medio de la avenida; al parecer un accidente. Apartó a algunas personas para poder ver exactamente qué estaba pasando. Había una ambulancia y una patrulla; mucha gente alterada y murmullos.
- “Dicen que se suicidó.”, “ Se aventó a la avenida”, “ creo que estaba drogada”
Apartó a unas cuantas personas más y llegó casi hasta el frente donde tenían apenas poco de haber puesto las barreras amarillas de separación; sin embargo, aún no tapaban el cuerpo ya que el peritaje y los forenses hacían su trabajo.
- No puede estar pasando… -murmuró al verse allí, tendida sobre un charco de sangre y sus hermosos ojos azules ahora apagados, abiertos de par en par.
Llevó una temblorosa mano a su boca y las lágrimas comenzaron a brotar y resbalar ágilmente por sus mejillas. No quiso seguir más; se giró deprisa e intentó correr pero se sentía pesada. Empezó a sentir que su respiración era cada vez más dificultosa.
- Señor… podría ayudarme? – dijo débilmente mirando a la persona que tenía enfrente. Hubo un largo silencio.-
- Señor?...
El hombre miraba asombrado y temeroso la escena ocurrida minutos atrás; ya habían colocado una manta sobre el cuerpo de la chica.
- Señor!? – gritó sofocadamente la chica-
Era como si el hombre no la escuchara y al parecer así fue. Era como si en esos momentos, Nancy no existiera…
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