miércoles, 28 de septiembre de 2011

¡Veneno! dice el gato de Jéssica Sepúlveda


Sepúlveda Legorreta Jéssica Liliana.
Lectura, imaginación y creatividad.

¡Veneno! Dice el gato
(Louise Munro Foley)

Esta novela trata sobre un misterio que se desenvuelve dentro de un colegio; aparentemente, unas chicas han sido envenenadas. Una estudiante, Kathryn Kristine, mejor conocida como Kiki, es una chica de 14 años, con un excelente instinto de investigación que al lado de su gato de pelaje rojo, llamado Calabaza y su sexto sentido muy agudo, harán su labor de detectives, para determinar quién está detrás de todo esto y cuáles fueron sus motivos. El propósito de este ensayo es dar revisión general sobre esta novela, determinar los personajes principales y sus características.
                El libro comienza presentándonos un incidente en el colegio llamado Pioneer, la profesora de economía doméstica ha sufrido un accidente y necesitan una suplente lo más pronto posible, pues un grupo de estudiantes se encuentra recaudando fondos para la construcción de una piscina en el colegio a través de una fiesta llamada “Taco Night”. La profesora de economía doméstica era la encargada de organizar este evento, sin ella, ahora es incierto que se lleve a cabo la fiesta y por tanto, que se termine la construcción de la piscina.
                Kiki, con su mejor amigo llamado Andrew, son los encargados de darle publicidad a la fiesta, a través del periódico escolar, conocido como “El Correo”.  Recientemente se enteraron de que llegará una profesora suplente, esperan que ella pueda ayudarles a organizar la “Taco Night”.  Su nombre es Shirley Bennet, una mujer rubia, tan elegante como amable e inteligente, quien accede con gusto a hacer los preparativos y a cocinar los 900 tacos para la fiesta. Al poco tiempo de su llegada, comenzaron a suceder cosas extrañas; una de las compañeras de Kiki, Natalie no asistió a la escuela, se encontraba muy enferma, aparentemente fue una intoxicación. A Kiki no le quedaba claro cómo había podido suceder esto, pues habían comido exactamente lo mismo ese día.
Posteriormente, otra chica presentó los mismos síntomas. No solamente Kiki, sino también Calabaza sospechan que algo no anda bien y que la Señorita Bennet se comporta de forma desconcertante en ocasiones: -sucedió que Andrew tuvo la idea de hacerle una entrevista a la profesora suplente, en agradecimiento a su labor como organizadora del evento, Kiki fue a entrevistarla y cuando estaban en su oficina, Calabaza le indicó, subiendo a una de las estanterías y señalando con su pata, que revisara un anuario. En el anuario había una dedicatoria, en memoria a una chica de 17 años que falleció, llamada Julia Paterson. Al regresar a su oficina y encontrar a Kiki revisando el anuario, la Señorita Bennet se mostró molesta y le ordenó que dejara eso al instante.- Kiki se pregunta el por qué de su reacción.
Andrew y Kiki, con ayuda de su compañero Brad, que es un excelente dibujante, realizaron un cartel muy grande para pegarlo en la cafetería de la escuela y dar difusión al evento. En el cartel se podía observar un trampolín sobre el que había una chica que estaba a punto de zambullirse en el interior de un taco y, detrás de ella, un montón de chicos y chicas en fila, preparados para imitarla. Debajo se leía: “¡Zambúllete tú también!”. Algunos rostros eran reconocibles, por ejemplo, entre los chicos de la fila, se podía observar la cara de Kiki y la de Natalie. A los pocos  días, se dieron cuenta de que el cartel había sido mutilado: la cara de la chica que estaba en el trampolín, la de Natalie y la de Kiki, habían sido recortadas y sólo quedaban huecos negros. La “Taco Night” fue suspendida porque han ingresado ya tres chicas al hospital debido a la misma causa: intoxicación.
Kiki está muy desconcertada, en compañía de Calabaza se dirigen a la biblioteca para investigar el parentesco entre la profesora Bennet y Julia Paterson. Resulta que Julia era hija de la profesora, que murió al saltar del trampolín golpeándose la cabeza. La profesora no utilizaba su apellido de casada, había tratado de comenzar una nueva vida. Kiki indagó más y descubrió que el esposo de la Señora Bennet había muerto al poco tiempo en un incendio. Era lamentable su historia. Kiki sospecha que ella es quien tiene que ver con las intoxicaciones, pero se pregunta por qué lo hace.
La profesora Bennet invitó a cenar a Kiki a su casa para disculparse sobre su comportamiento grosero cuando sorprendió a Kiki hojeando el anuario de su oficina. Sin embargo, Kiki tiene un poco de miedo, sabe que no puede ingerir alimento alguno dentro de esa casa, pues podría salir envenenada.
Al asistir a la cena, Kiki, con ayuda del excelente olfato de Calabaza, se da cuenta de que la Señora Bennet tiene frascos con arsénico en su casa y comienzan a salírsele las lágrimas de miedo al encontrar una lista de nombres tachados, entre los cuales figuraban los de las chicas que habían sido ingresadas al hospital y el siguiente era el suyo: es claro que corre peligro si se queda más tiempo ahí. Kiki intenta escapar, pero la puerta ha sido obstaculizada con un columpio, al tratar de saltar por la ventana, le llega un tremendo olor a gasolina. En ese momento, se escucha que llaman a la puerta, es la Señora Ostenbush, amiga de Kiki y Calabaza, quien estaba al pendiente de cada pista encontrada por sus amigos detectives. La Señora Bennet tuvo que atender a la puerta, dejó pasar a la Señora Ostenbush, quien empezó a platicar con ella para distraerla en lo que llegaba la policía hasta el lugar. La Señora Bennet fue arrestada y confesó que había asesinado a su esposo porque nunca le había perdonado que por descuidar a su hija Julia, ésta se hubiera golpeado la cabeza y muerto en el fondo de la piscina. Estaba claro que la profesora no lo había superado y había perdido la razón. Intentaba a toda costa impedir que se construyera la piscina en el colegio Pioneer porque para ella era sumamente peligroso para los estudiantes.

“Andrew era el más pequeño de tres hermanos, y ella, que era hija única, lo envidiaba mucho. Hubiera dado cualquier cosa por tener un hermano o una hermana pese a que Andrew siempre le decía: “¡Créeme, no te pierdes nada!” Pero ella sabía que no lo decía en serio. Kiki y su madre vivían solas desde hacía dos años, desde que el señor Collier murió en un accidente de coche, y a la chica le pesaba la soledad”.
En este párrafo nos proporciona una descripción breve sobre Kiki; podemos entender que teniendo una madre doctora, y con el reciente fallecimiento de su padre, pasa mucho tiempo sola, con su única compañía: su gato llamado Calabaza. Sin embargo, es una chica fuerte, interesada por el periodismo, por investigar con ayuda de su gato detective, los extraños acontecimientos que envuelven a su escuela.
“-Sólo hay una cosa que no veo clara- concluyó.
-Esta mañana cuando me ha preguntado dónde estaba el despacho del director, la señorita Bennet ha dicho: “He venido para hablar de mi hija”. Estoy segura de que no lo he oído mal…
-¿No habrá dicho “sabandija” en vez de “hija”?-bromeó Andrew.
-O lagartija, o sortija, o torrija, o baratija, o vasija, o clavija…
-¡Andrew! ¡Para!- gritó Kiki, golpeándolo en la cabeza con un ejemplar de un número ya publicado de El Correo.”
Esta conversación muestra el espíritu indagatorio de Kiki, y al mismo tiempo, el espíritu bromista y juguetón de su mejor amigo, Andrew, quien está más interesado por llevar a cabo la recaudación de fondos en la llamada “Taco Night” para terminar la construcción de la piscina, que por saber quién es en verdad la señorita Bennet, la cual ha llegado a suplir a la profesora de economía doméstica, encargada de cocinar 900 tacos para la fiesta. Kiki desea saber qué misterios esconde esta nueva profesora y por qué ha mencionado a su hija.
“En media hora Andrew y Kiki prepararon el boceto del anuncio para el instituto; en el dibujo se veía un trampolín sobre el que había una chica que estaba a punto de zambullirse en el interior de un taco y, detrás de ella, un montón de chicos y chicas en fila, preparados para imitarla. Debajo se leía: “¡Zambúllete tú también!”.  
“Brad había hecho un diseño genial: la chica que estaba en el trampolín, sobre el taco, tenía una sonrisa de “no-veo-la-hora-de-zambullirme-“, y la fila de chicos y chicas ansiosos por seguirla formaba una espiral que iba haciéndose cada vez más pequeña hasta desaparecer en el borde de la hoja”.
Una descripción general sobre la propaganda que anunciará la “Taco Night”. Brad, uno de sus compañeros de grupo, tiene la habilidad de dibujar excepcionalmente, mencionan que el chico desea estudiar artes en el futuro y que le han ofrecido becas. Es ingeniosa la solución que le dan a la propaganda, reuniendo ambas ideas: la de la construcción de la piscina para el colegio y la fiesta en la que la gente podrá comer tacos.
“-Un día tendrás que escribir un artículo sobre la chica pelirroja y su gato de pelaje atrigrado.
-Es justo lo contrario-la corrigió Kiki. El gato de pelaje atigrado y su chica pelirroja.
-Quizá tengas razón. Buenas noches, cielo. Buenas noches, Calabaza.”
Podemos notar la importancia del gato, que no es ya considerado como una mascota, sino como un miembro oficial de la familia. En aventuras anteriores, Calabaza ha resuelto varios misterios con su sexto sentido y por supuesto, gracias también al buen trabajo en equipo que hace con su dueña Kiki. Calabaza también es un gato voluntarioso, caprichoso y,  en ocasiones, demasiado consentido, desobediente, pero al mismo tiempo también protege mucho de su dueña y raramente se equivoca al señalar alguna pista. Los gatos son animales muy inteligentes, he convivido prácticamente toda mi vida con ellos y me he dado cuenta de ciertas conductas que tienen, incluso detectado rasgos de personalidad muy marcados en ellos: si les agrada estar en alguna parte, será prácticamente imposible desalojarlos, aunque realmente no estén tan cómodos; si se proponen entrar a un lugar y conseguir algo, algunos son muy perseverantes, tratarán de entrar de mil y un formas, incluso utilizando las llaves de las puertas. Existen también los gatos abnegados, capaces de auto sacrificarse con tal de salvar a sus crías. También hay gatos con los que no te puedes meter, que será mejor respetarlos, porque tienen un carácter muy fuerte y en cualquier descuido pueden soltar un zarpazo…
“-No ha ido mal. Incluso diría que bien, aparte del principio. Esa mujer tiene reacciones realmente imprevisibles. Mientras la esperaba, me he puesto a hojear un anuario que estaba en la librería, encima de todo, y cuando ha llegado y se ha dado cuenta de lo que estaba haciendo, me ha fulminado con la mirada. Parecía como si quisiera arrancarme la cabeza. No consigo entender por qué no me ha dicho que se trataba de una intoxicación. Es evidente que antes o después tenía que enterarme.”
Kiki acababa de realizarle una entrevista a la señorita Bennet (pensaron ella y Andrew, que sería una buena idea publicar un artículo sobre la profesora, debido a todo lo que estaba haciendo por la Taco Night). Le había respondido muy amablemente, todo había salido bastante bien. Sin embargo, mientras Kiki esperaba a la señorita Bennet, que había ido a informarse sobre las últimas noticias de las chicas que ingresaron al hospital, encontró un anuario, señalado por Calabaza, que estaba dedicado a la memoria de Julia Peterson, una estudiante de 17 años. Kiki se preguntaba qué rayos hacía ese anuario en su despacho y por qué había reaccionado de esa manera cuando la sorprendió. La Taco Night ha sido suspendida, debido a que tres chicas del colegio han resultado intoxicadas.
“En el corazón de la noche, Kiki alargó una mano y encendió la lámpara de la mesita de noche. Las cuatro y veinte. ¿Qué la había despertado? Tendido sobre la almohada, a su lado, Calabaza parpadeó con expresión de desconcierto. Kiki se incorporó apoyándose en los codos. Había tenido un sueño extraño pero no conseguía recordarlo. El gato de levantó de la almohada y se tumbó atravesado sobre su vientre. La chica se acomodó y comenzó a acariciarlo; su calor la reconfortaba…. Poco a poco el sueño se le hizo más nítido. Ella estaba sentada sobre la hierba, en un lugar indeterminado. Había un riachuelo y pájaros de colores vivos que revoloteaban y cantaban a su alrededor; Calabaza no paraba de saltar como un desesperado para intentar atraparlos, pero los pájaros eran más rápidos que él. Luego, un pájaro amarillo se había posado sobre una roca, junto a Kiki… ¡y el pájaro había desaparecido!”}
Dicen que los sueños representan nuestras preocupaciones, que en ocasiones son premonitorios o que incluso nos llegan a dar la solución a algún problema. Eso pasó precisamente con Kiki; tuvo un sueño muy raro, había estado muy perturbada pensando sobre los incidentes en su colegio. Este sueño se relaciona con las dos palomas que aparecieron muertas en el jardín de la escuela, las cuales no mostraban ninguna herida. Es hasta este momento que Kiki se da cuenta que las palomas murieron al comer el pastel que había preparado en la clase de economía doméstica con la señorita Bennet, el mismo pastel de chocolate que Calabaza rechazó y que fue a enterrar. El pastel estaba envenenado.
“-Parece un guardaespaldas que lo inspecciona todo antes de que entre la reina –comentó riendo la señora Bennet-. ¿Sabes?, hubo una época en la que incluso los reyes tenían catadores cuyo único cometido era probar la comida antes que el soberano para comprobar si estaba envenenada.”
La señora Bennet, ahora se muestra con cinismo. Sabe que Kiki ya está muy cerca de descubrir todo lo que ha estado haciendo para impedir la Taco Night, sabe lo peligrosa que es. Calabaza la acompaña para defenderla.
“Estaba todo calculado. ¡Shirley Bennet quería que ella encontrase aquél frasco! Lo había dejado expresamente ahí, lo más a la vista posible. La mirada de Kiki vagó por la mesa. En una punta había un libro abierto, y al lado estaba el trofeo que reproducía a una saltadora de trampolín y que Kiki había visto en el despacho de la señora Bennet. Dejó el frasco y se acercó al libro. Tal como era de prever, se trataba del anuario del instituto de Drayton. Calabaza se subió a la mesa y empezó a golpear nerviosamente el libro con las patas. Al notar la página por la que la profesora lo había dejado abierto, la chica notó que se le saltaban las lágrimas a causa del miedo. En aquella página estaban escritos los nombres de las ocho chicas que componían el equipo de natación de Julia Peterson. Los nombres de la primera línea eran: Natalie, Marilyn, Deborah. Los tres nombres habían sido tachados con una fina línea roja. Y el nombre siguiente era Kathryn.”
Es clara la identidad del culpable de las intoxicaciones: la profesora Bennet, quien desea impedir que se construya la piscina en la escuela. Hace no muchos años, su hija falleció al realizar un salto en el trampolín, jamás pudo superarlo e incluso fue internada en una clínica psiquiátrica, tras haber asesinado a su esposo, a quien culpó totalmente por no haber estado en el momento en que su hija se cayó y golpeó la cabeza.
Leer esta novela de misterio me agradó bastante, porque la trama se va entretejiendo de manera muy atrayente con cada pista que van descubriendo Kiki y Calabaza. La actitud de los personajes siempre es positiva, a pesar de los peligros y tragedias que puedan presentárseles. Creo que es lo que a veces nos hace mucha falta: indagar más sobre asuntos que nos atañen y no quedarnos como simples espectadores, sino entrar en acción, a pesar de los riesgos. Me parece primordial destacar la importancia que le dan a muchos valores a lo largo de la historia: como por ejemplo, apreciar a la familia que tenemos, considerarnos dichosos de tener  hermanos, aunque a veces no nos llevemos muy bien con ellos e incluso lleguemos a quejarnos. Por otro lado, aprender a hacer frente a las pérdidas de nuestros seres queridos no es nada sencillo, pero debemos considerarnos afortunados de seguir en este mundo y no sólo eso, deberíamos aprovechar cada oportunidad, luchar cada día por acercarnos más hacia nuestros sueños, como lo hace Kathryn Kristine. Asimismo, el hecho de tener una mascota, más que una carga, como podemos llegar a pensar en determinado momento, significa sentirnos acompañados y felices; los animales son muy nobles y siempre se esforzarán por cuidar de nosotros y de darnos tanto afecto como les sea posible. Finalmente, considero también importante aprender a trabajar como un equipo, en muchas ocasiones, tenemos la falsa creencia de que podemos hacer todo por nosotros mismos, no es que nos falte la capacidad, sin embargo, cuando trabajamos en equipo, cuando de verdad existe un compañerismo, se pueden lograr grandes cosas, podemos alcanzar metas más ambiciosas, como lo hicieron Kiki, Calabaza y todos sus amigos del Colegio.




ILUSTRACIÓN:
UNA MUJER RUBIA, CON VESTIDO VERDE ESMERALDA DE ESPALDAS CAMINANDO POR UN CALLEJÓN OSCURO, EN PRIMER PLANO, DE LADO DERECHO, HAY UNA CHICA DE 13 AÑOS, PELIRROJA, DELGADA, ASOMÁNDOSE HACIA EL CALLEJÓN, DELANTE DE ELLA Y MIRANDO TAMBIÉN HACIA EL CALLEJÓN, UN GATO NARANJA, SU COLA TIENE FORMA DE SIGNO DE INTERROGACIÓN.

               

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